A las cuatro de la madrugada del día 23 de junio de 2005, Pablo González, Juan Cano

A las dos de la tarde llegamos a Algeciras y perdemos en Ferry por los pelos. Después de una hora de espera montamos el coche en el barco y otra hora de camino hasta llegar a Ceuta donde llenamos el depósito de la gasolina (cuesta la mitad que en la península).
Sin perder más el tiempo nos encaminamos a la frontera donde enseñamos los pasaportes y cruzamos en poco más de media hora, nos habían hablado de horas de espera.
Continuamos nuestro camino y pienso ¿va a salir de esta mi tan preciado coche?, en fin, llegamos a Rabat y como quedaban unas horas de luz decidimos continuar con el viaje hasta que llegamos a Casablanca donde pasaremos la primera noche.

Al día siguiente y para variar un bicho me pica en la mano y se me ha puesto como una bota.
A eso de las 6 de la mañana nos despertamos y nos vamos a Casablanca a buscar un banco para cambiar dinero, no teníamos Dirhams. La cosa se complicó un poco por varias razones, no habíamos cambiado los relojes y la hora real de Marruecos eran las 4 de la mañana y por si fuera poco era domingo. Al final en un Hotel y con el rollo de español amigo – marroquí amigo, le dejamos la caja de cambio temblando, un buen tío.
Después de este imprevisto ponemos rumbo a Marrakech y de ahí a Imlil (2200m), donde dejamos el coche en el garaje de un tipo que se nos ofreció a guardárnoslo a cambio de unos Dirhams. Dejamos el material de escalada en el coche y el resto a la mochila, a partir de aquí ya se hace caminando. Nos ofrecen mulas para llevar la mochila pero estamos fuertes y sobre todo, que no tenemos un clavel.
Comenzamos a subir, hace bastante calor, ocasionalmente nos cruzamos con mulas que bajan y suben, algunas con clientes montados y otras con mochilas, la pela es la pela.
Llegamos a una especie de santuario y charlamos con unos vendedores, y al cabo de un rato seguimos con el camino. Por fin a lo lejos podemos ver ya el refugio (3300m), cuando llegamos comenzó a atardecer y la temperatura descendió.
Nos despertamos a las 4 de la mañana desayunamos un poco y nos ponemos en marcha por un camino muy marcado que pensamos que era el correcto, pero cuando amaneció nos llevamos una sorpresa, estábamos en un collado a más de 700m de desnivel del refugio y nos habíamos equivocado de camino. Ni cortos ni perezosos y con la moral intacta, volvimos sobre nuestros pasos hasta casi llegar al refugio y comenzamos a subir ya por el camino correcto.
Llevamos buen ritmo, comenzamos a subir por unos bloques grandes de piedra y posteriormente por unos caminos de piedra muy suelta y muy resbaladiza, hasta que llegamos a un collado donde Juan y yo esperamos un poco a mi hermano.
Al cabo de un rato vemos ya la pirámide de metal, ya estamos en la Cumbre (4167m).
Después de las fotos y las felicitaciones marchamos para abajo, pero para abajo es hasta abajo, hasta Imlil, donde pasamos la noche. Recogemos el coche y en el mismo pueblo, pero un poco más abajo. Conocemos a Hassan, dormiremos en su jardín y nos prepara una pasta buenísima, talli y luego postre, nos lo habíamos merecido después de 14 horas de actividad, 1400m de desnivel positivos y 2500m de desnivel negativo.

Como todos los días nos levantamos a las 6 de la mañana y nos fuimos a Marrakech, por allí pasamos toda la mañana y parte de la tarde. Un tipo vino a donde nosotros y se ofreció a enseñarnos cómo y donde curten el cuero a cambio de nada.
El sitio estaba un poco alejado de la mano de dios y por callejuelas muy estrechas mmm. Es increíble lo mal que olía en ese sitio, menos mal que nos dieron menta para que la llevásemos todo el tiempo en la nariz. Olía así porque uno de los tratamientos que dan a la piel es bañarla en excremento de paloma. Una vez vi a un tío por la tele que cogía esa agua y se enjuagaba la boca, decía que era bueno para las encías, a nosotros no nos dieron a probar.
Acabada la visita tenía truco, nos llevaron a su tienda de cuero a que les comprásemos algo y como no lo hicimos se enfadó un poco y casi tenemos que salir por pies.
Volvemos a la “seguridad” de la plaza y paseamos por el bazar, allí te venden hasta su hijo si hace falta, en el sentido literal de la frase. Seguimos por los encantadores de serpientes, tatuajes de gena y un largo etc. Y por la tarde después de comer, cinco horitas de coche hasta Tinerhir, en las Gargantas del Todra.
Pasamos un par de puertos, desierto, paramos en sitios de mala muerte a tomar te, sitios por donde hacía mucho tiempo que no pasaba un forastero. Todo el mundo se quedaba mirando el coche, yo creo que nunca habían visto un huevo rojo y con ruedas.
Ya de noche llegamos y después de buscar un buen rato encontramos un refugio donde nos dan de cenar y decidimos la vía a realizar el día siguiente. La tienda la montamos fuera.
Despertamos al amanecer y pronto nos ponemos debajo de la pared. La vía elegida es de 6a – 6b, de 300m, en el Sector Les Jardins.
Comienzo a subir el primer largo, de unos 45m, la roca es impresionante, tiene una adherencia estupenda y esta todo el largo equipado excepto la reunión, que esa la tienes que montar tu. Primero

El siguiente largo de similares características y dificultad lo sube Juan de primero que lo solventa sin problemas, luego sube Pablo y luego yo.
La temperatura es buena y todavía da la sombra en la pared. Como la cordada es de tres vamos un poco mas lentos, pero muy bien.
El tercer largo lo hace Pablo de primero, es el más difícil de los tres, a mitad de largo se queda sin

Comienza a dar el sol en la pared. Yo doy de primero el cuarto largo, a partir de aquí no esta equipado, luego subirá Pablo y luego Juan. No sabíamos por donde iba la vía con exactitud, así que Juan decide ir por la derecha y lo ve bastante mal, con piedra muy suelta y difícil de proteger.
Pruebo yo suerte por la derecha y consigo terminar el largo de unos 45m, bastante sencillo, era una travesía ascendente. Legaron mis compañeros a la reunión y seguimos hacia arriba.
Es el turno de Pablo, comienza a subir, estaba a una altura de unos 15m cuando de repente grita ¡PIEDRAAAA! La piedra en cuestión era como una televisión de 21”, que nos
Después de unos tembleques de piernas y de tranquilizarnos un rato, Pablo regresó a la reunión sin mayor problema.
Teníamos una cuerda de 60m entera y un trozo de 30m de la otra cuerda. Ahora comenzaba el lento descenso, todo esto sin agua y con 38ºC. Montamos los rápeles hasta casi terminar la cuerda de 30m, luego
Llegamos abajo un poco deshidratados pero contentos por estar enteros.
Nos estaba esperando un fulano que comenzamos hablando con el y luego, nos quería enseñar su casa y tomar té, y eso hicimos ir a su casa, al cabo de un rato de charla y mostrarnos la kashba y el té, nos empezó a sacar alfombras y demás artilugios y después de un rato marchamos ya de camino hacia Burgos.
Condujimos hasta que se hizo de noche y dormimos en la terraza de un albergue.
Al día siguiente continuamos con nuestro camino de regreso en el único pueblo donde paramos fue en Chefchaouen. Seguimos hasta Algeciras donde cogemos de nuevo el Ferry hasta Ceuta. Volvemos a llenar el depósito de gasolina y llegamos a dormir a unos campos de olivo pasado Granada.
Y por fin al día siguiente llegamos a comer a casa.
Total, 4000km en una semana, es que el Ka es mucho coche.